"Par mí, el negacionismo es tan nocivo para este tema y muchos otros, pero particularmente le hace tanto daño al estudio del fenómeno, tal cual lo hace el contactismo".
1- ¿Para comenzar me gustaría preguntarte
cuantos años llevas dedicado a la investigación del fenómeno Ovni o UAP, y
mirando en retrospectiva crees que desde ese comienzo se ha avanzado en Chile
de la forma que te hubiese gustado o hemos estado siempre al alero de las
investigaciones y grandes destapes de información del Gobierno de Estados
Unidos o la investigación de grupos norteamericanos, para desde ahí
engancharnos y debatir?
Oficialmente
llevo 23 años en la recopilación de antecedentes, análisis y exposición de
casos relacionados con UAP, desde una perspectiva aeronáutica. Sin embargo, mi
interés por el tema nació unos años antes, lo que se cristalizó cuando presenté
un ensayo para un concurso literario en el Ejército en 1997, el que además y
afortunadamente sacó el primer lugar. Ese trabajo, me permitió conocer y
recibir el apoyo de tres grandes investigadores chilenos: Luis Carlos Sánchez
Perry, Rodrigo Fuenzalida Herrera y el fallecido Luis Altamirano Cañoles. En
resumen, estoy dedicado a este tema alrededor de 26 años.
Bajo
mi punto de vista, la investigación oficial y transparente en Chile, es de las
primeras, sino la inaugural en el mundo, y eso se concreta cuando nace la
Comisión Chilena para Estudios de Fenómenos Espaciales No Identificados, creada
en 1968, con el apoyo de la Sociedad Científica de Chile y fue dirigida por el
Director de la Oficina de Meteorología, de la Dirección General de Aeronáutica
Civil, el señor Sergio Napoleón Bravo Flores.
Esa
comisión duró hasta mediados de los setenta y, bajo mi criterio, el hecho de
que en nuestro país existiese un órgano institucionalizado y estatal que
indagara sobre un fenómeno muy complejo y extremadamente contaminado por las
hipótesis que intentaban –y aún intentan– explicarlo, produjo una madurez
ufológica en la sociedad chilena, la que consciente de la existencia de
anomalías sin explicación, no cayó en las alternativas especulativas que
entregaba en ese entonces la ufología. Un claro ejemplo, son las abducciones.
En Chile, los supuestos secuestros extraterrestres no fueron un tópico
esgrimido por la ufología nacional, incluso entre los años 1981 y 2000, cuando
era el tema obligado de todos los escenarios o eventos que tuvieran relación
con los no identificados, sobre todo en Estados Unidos o en la ufología
occidental, en cambio Chile siempre fue un país muy moderado en cuanto a los
sistemas de creencias asociados a los ovnis. De hecho, Chile posee una sociedad
muy moderada y más bien conservadora, aspecto que se ha reflejado en diversos
episodios de nuestra historia nacional.
Lo
que respecta a la investigación oficial, y a nivel mundial, Estados Unidos
acepta la existencia de un fenómeno aéreo anómalo a partir del documento
emitido el 25 de junio del 2021, donde el Pentágono informa al Congreso la
realidad de este tipo de manifestaciones y el peligro que significan, entre
otras cosas, para la seguridad aeronáutica y nacional.
Me
llama la atención que desde 1947 y hasta el 2021, Estados Unidos investigara
este fenómeno, pero de manera reservada, lo que se condice con la utilización
del mismo para otros fines, como lo fue el ocultamiento de tecnologías
militares secretas, armamentos que antes de ser utilizados en guerras, deben
ser sometidos a una serie de pruebas.
Allí los ovnis calzaron a la perfección. Si en ese contexto, hacemos la
comparación con Brasil, que la propia Fuerza Aérea reconoció la no explicación
de los incidentes del 19 y 20 de mayo de 1986, o de Francia, que respaldó el
llamado Informe Cometa en 1999, podemos comprender que super potencias, como es
Estados Unidos, no busca una comprensión del fenómeno, sino que escudriña al
igual que en muchos otros temas para la obtención de beneficios, según sus
intereses comerciales, militares o geopolíticos. En ese sentido, Chile es un
país que de manera muy prudente tomó el estudio de este fenómeno y hasta
nuestros días lo mantiene, lo que nos diferencia de forma sustantiva de los
llamados países del primer orden.
2- ¿Desde tu perspectiva de Piloto, de
investigador, siempre basado en datos, evidencia, análisis, qué espacio le das
tu al testimonio, por ejemplo, de un campesino humilde que vive una experiencia
extraordinaria, cuando no hay pruebas, cuando no hay evidencia, pero si un
relato visceral, absolutamente creíble desde el punto de vista del testigo,
donde no hay afán de protagonismo, ni lucro, sino más bien alguien confundido
por la experiencia, qué sucede en ti?
Para
mí, la investigación de campo es fundamental, y parafraseando al gran
investigador y amigo español Manuel Carballal, si un policía investiga un
crimen, es lógico que debe ir al lugar de los hechos y buscar evidencias,
testimonios, etc., con tal de reconstruir el suceso y buscar una explicación o
los responsables. Acá ocurre algo parecido, todo testimonio debe ser estudiado,
ojalá basado en el método de investigación cualitativa, de tal forma de
apreciar los matices, ideas, reflexiones y sistemas de crecencia que posea el
testigo, y así luego del análisis, complementarlo con otros antecedentes que
permita determinar si se trató de un fenómeno anómalo inventado, interpretado o
algo extraordinario que sucedió y que una persona o un grupo de personas fueron
testigos.
Resulta
muy interesante que, en la mayoría de los casos, que yo conozco y que he
trabajado en ese tipo de investigación de campo, un grupo importante de
testigos son muy reacios a comentar sus experiencias y luego que lo hacen,
solicitan que por favor no se dé a conocer sus identidades, atendiendo como
razones, el evitar el reconocimiento público, o también porque lo vivido marcó
un antes y un después en sus respectivas vidas, lo que también refleja la
complejidad de la manifestación observada. Por su lado, los testigos que
comentan abiertamente este tipo de experiencias son lo que están completamente
seguros que su observación o registro, no posee una explicación racional y
buscan la manera de alcanzar el esclarecimiento, o lo que más se acerque al
trasfondo del evento. En este aspecto, la llamada investigación de campo es
poder reunir la mayor cantidad de información de una observación anómala, esta
sea testimonio, como también los registros técnicos o electrónicos que puedan
haber quedado.
Por
lo mismo, creo que se debe pulir aún más la investigación ufológica, ojalá
perfeccionar sus técnicas y metodologías, los test y el tipo de recopilación de
datos. En eso, el estudio de los ovnis no dio con el ancho y ese trabajo lo
comenzó a desarrollar las ciencias sociales en función de una pseudociencia
como es la ufología. Espero que siga en un desarrollo real y se logre una
estandarización de procedimientos que homologuen la investigación ufológica de
campo. Hay un gran trabajo pendiente ahí, ya que, una vez reunida la
información, la investigación posterior o la llamada ufología de escritorio,
debe también efectuar su aporte, ya que en frio y con los datos obtenido del
terreno, se deriva un proceso de análisis comparado con eventos similares y eso
está en la casuística o como es el dicho muy antiguo “está en los libros”.
3- Hemos visto que personalidades
relevantes del ámbito científico han contado sus experiencias de encuentros
cercanos como el Dr. Garry Nolan de la Universidad de Standford; ¿pregunto,
Rodrigo Bravo ha tenido una experiencia con el fenómeno, nos puedes comentar de
que se trató y además preguntarte si crees que es fundamento la experimentación
para transformarse en Ufólogo o investigador del fenómeno?
Efectivamente
tuve una experiencia de avistamiento de un fenómeno aéreo no identificado
durante un vuelo militar y siendo el comandante de la aeronave que realizaba un
lanzamiento de paracaidistas libres. El acontecimiento se desarrolló en la
Región de Copiapó, sobre la pista “Chamonate”, el día 21 de marzo del año 2012,
durante una operación aérea nocturna con fuerzas especiales.
En
ese contexto, observamos un extraño fenómeno aéreo que, pese a estar
relativamente alejado de nuestra aeronave, puso en riesgo nuestra misión,
sumado a la sorpresa y ansiedad que provocó en todos quienes fuimos testigos,
esencialmente por el comportamiento insólito que presentó este evento.
Nuestro
vuelo se desarrollaba a once mil pies de la superficie (3350 metros) y lo que
advertimos fue una luz muy extraña que modificó sus tonalidades junto con su
tamaño. Consulté por frecuencia al Centro de Control de la DGAC, si esa
“aeronave” estaba en presentación en el radar y la respuesta fue negativa.
La
luminosidad estaba a nuestro nivel y a una distancia hacia el mar que no
pudimos determinar producto de la pérdida de referencias dada la oscuridad de
la noche. Al cabo de dos minutos aproximados, ese fenómeno incandescente, luego
de unas extrañas pulsaciones y variaciones en sus tonalidades, volvió a su
tamaño original y descendió en 45º hacia el norte, al sector específico de
Bahía Inglesa, donde literalmente se apagó a una altitud aproximada de 5000 a
7000 pies. En total, la observación duró casi dos minutos.
Esto
fue el año 2012, y yo estaba en el Cefaa como asesor externo desde el 2010,
considerando además que estudiaba este fenómeno desde el año 2000, por ende,
conocía muy bien el tema, los protocolos y los informes que debía presentar con
posterioridad. Como sea, no fue mi “iniciación” en la temática, sino que una
experiencia que enriqueció y profundizó mi estudio del fenómeno, considerando
además, que al momento de hacer pública la información del reporte, me llegaron
mensajes, correros, etc., de algunos amigos, otros no tanto, pero muchos de
ellos negacionistas, los cuales me entregaron todo tipo de teorías para
explicar el avistamiento, incluso con cursos rápidos de astronomía, para que
dedujera que habíamos confundido Venus o Júpiter durante el vuelo, y que se
trató de una mal entendido y un error de percepción. Par mí, el negacionismo es
tan nocivo para este tema y muchos otros, pero particularmente le hace tanto
daño al estudio del fenómeno, tal cual lo hace el contactismo.
4-¿Crees que los casos relevantes del
fenómeno Ovni han quedado subscritos al programa de TVN Ovnis conducido por
Patricio Bañados, y que llevamos años hablando de los mismos casos o
remitiéndonos a los mismos casos, como que no hubiera un recambio en términos
de nuevos testimonios de experiencias extraordinarias, como por ejemplo lo fue
el caso de Juan Maldonado? ¿O es que tendría que haber un programa de
Televisión que de una u otra manera le diera la credibilidad a casos nuevos que
andan deambulando en la atomizada Web y que nunca terminan de agarrar fuerza
por la falta de vitrina como lo es un medio de comunicación masivo?
El
programa de TVN ovni, ha sido la mejor producción y documental que abordó esta
temática en Chile y no ha podido ser igualado hasta nuestros días. Sin embargo,
ese programa con lo popular que fue, introduciendo todos los otros espacios
presentados posteriormente en televisión, o incluso en RRSS, no han podido
penetrar con la agudeza requerida para profundizar en el conocimiento del
fenómeno. La televisión, cumple tres grandes roles: informa; educa y
entretiene. Los ovnis, la ufología y los ufólogos siempre han sido integrados
casi en exclusividad, a parte de la programación de entretención. De ahí que el
segmento de la divulgación principal de este tema tiene errores de base. Esto
reafirma lo que señalo de la madurez ufológica de la sociedad chilena, la que a
pesar de todo lo que se le ha mostrado, su posición es muy moderada.
En
paralelo, existe una rica literatura ufológica nacional y que se ha potenciado
en los últimos diez años. Por ello, también hay más casos publicados y a los
cuales también tenemos nuevos accesos, estos sean literarios o digitales. En
efecto, en mayo de este 2023 presentaremos el libro “Ovnis desde Chile” junto
con los investigadores Marcelo Moya y Rodrigo Fuenzalida, lo que también traerá
un refresco de casuística y pondrá en agenda dos temas para discutir sobre este
fenómeno: el cambio de paradigma y el inicio de la era contemporánea de los
ovnis, hoy UAP.
5- ¿A tu juicio cuál crees tú que es el
caso más emblemático del fenómeno Ovni en Chile?
Casos
emblemáticos, o casos simbólicos, son el caso Valdés de 1977, por su
connotación y elementos que lo subyacen, dejando hasta hoy más incógnitas que
certezas, como así mismo, el caso de la Isla Roberts (Antártica) el 8 y 9 de
enero de 1956.
Para
mí, el caso más representativo en cuanto a la ufología aeronáutica es el que
sucede en el aeropuerto El Tepual en la ciudad de Puerto Montt, el 01 junio
1988, evento protagonizado por un Boeing 737 y un UAP.
El
vuelo Lan Chile 045, próximo a iniciar el descenso para una aproximación
directa, visual nocturna, a la pista de Puerto Montt desde el norte, reporta
tener un tráfico al frente con rumbo contrario, lo que obliga a efectuar un
brusco viraje con tal de evitar una inminente colisión.
Minutos
antes, el fenómeno luminoso, fue visto por el Controlador de Tránsito Aéreo de
la Torre de Control del Aeropuerto El Tepual, unas 10 millas (18 km) al norte
del cabezal de la pista, para luego desplazarse a gran velocidad hacia el norte
en dirección contraria al vuelo 045 que venía en descenso con rumbo sur.
El
fenómeno fue descrito por los controladores como un objeto que exhibía
destellos verdes y rojos, con una luz blanca muy potente al centro, la base
parecía ser plana y de un diámetro aproximado de 60 metros. Las luces blancas
eran fijas y las luces inferiores destellaban fuertemente.
La
tripulación del Boeing 737 observó una gran luz blanca que cambiaba de colores
a rojo y verde, que se dirigía en dirección contraria al avión, estando en un
ángulo de colisión, lo cual fue evitado producto de un viraje escarpado hacia
la izquierda, descrito por el piloto en la conversación radial con el
controlador del radar y posteriormente con la torre de control.
Si
ese piloto no hace el viraje para evitar la colisión con el objeto, esta sería
otra historia.
6- ¿Te hemos visto rodeado de eminencias
del mundo de la investigación, como la invitación que te hizo James Fox
director del aclamado documental “I know what I saw” y Leslie Kean directora de
Coalition for Freedom of Information y al mismo tiempo en conferencias con
comentaristas locales como Juan Andrés Salfate, donde se siente más cómodo
Rodrigo Bravo, desde donde proviene esta transversalidad?
Esa
transversalidad no tan solo la utilizo en la ufología, sino que en todos los
aspectos de la vida. En ese sentido, soy una persona muy sociable, por lo que
tengo conocidos, amistades y amigos de variados grupos sociales: por mi
trabajo, por mis hobbies (soy de tradición familiar hípica, por lo que los
caballos son otro elemento muy importante en mi vida y en la de mis seres
queridos), en el deporte, en estudios académicos, etc. En la diversidad, en la
empatía, en la tolerancia y sobre todo en el respeto mutuo entre las personas,
y que esa cortesía circunscriba mi espacio de libertad sin obstruir o dañar la
libertad del otro, está la raíz de una buena comunicación y convivencia entre
seres humanos. Pienso que hoy estamos en una etapa muy compleja, desde una
visión antropológica, donde las prioridades precisamente están en cualquier
parte, menos en la sana convivencia o en el sentido común, por ello debemos
trabajar para no ser consumidos por las derivadas del postmodernismo.
Como
mi visión del tema es muy sencilla, –no tengo idea lo que son los ovnis/UAP– no
tengo problema en compartir, conversar o debatir con todas las áreas de la
ufología y cada uno de sus exponentes, ya que en esa estructura pueden
establecerse limites que van desde el negacionismo hasta las religiones ovni.
Compartir con cada uno de esos eslabones o formas de pensamiento no me complica
y me acomodo a todos los espacios y realidades.
7- ¿Crees que el fenómeno esta atomizado
por la sobre exposición de por ejemplo canales de Youtube que redundan muchas
veces en lo mismo y que el aporte es tan solo la oratoria detrás de una
pantalla sin el compromiso de la investigación de campo por ejemplo? ¿Crees que
haya un recambio generacional en los investigadores, ufólogos, o no ves un
horizonte nuevo en términos de nueva sangre?
La
proliferación de canales alternativos, especialmente de YouTube, fue una de las
consecuencias del encierro obligado de la Pandemia. Luego del retorno a la
normalidad, muchos de esos canales bajaron su audiencia porque las personas
comenzaron a desarrollar su vida normal y el tiempo se hace muy poco, a la par
de las obligaciones de la vida moderna. Lo bueno de eso, es que cada cual puede
elegir qué o a quiénes desea ver y escuchar.
El
problema de la ufología es simple, es un estudio informal, es una
pseudociencia, porque cada cual utiliza sus propios métodos para intentar
investigar algo que no se sabe lo que es. Es decir, el tema es tan complejo,
que ni siquiera sabemos qué estamos estudiando, y mientras no cambien algunas
cosas, seguirá todo igual y el fenómeno, que es algo genuino y muy variado,
seguirá siendo analizado desde los sistemas de creencias.
8- Pongámonos en un campo hipotético: ¿Si
el día de mañana te ganas la lotería, y cuentas con un presupuesto importante,
que proyecto echarías a andar o invertir, pensando en lo que nos convoca, el
fenómeno Ovni o UAP? ¿Cuál es tu opinión de Robert Bigelow que precisamente
invierte millones de dólares en la investigación del fenómeno y por último cuál
es tu opinión de la respuesta que le da a una periodista cuando esta le
pregunta sobre la vida extraterrestre y él contesta de forma muy convincente de
que “ellos ya están entre nosotros”?
Bigelow
es un personaje digno de análisis, incluso más interesante que las cosas que
intenta estudiar. Lo digo así porque cuando escribí Los Extraterrestres han
Muerto entre el 2012 y 2017, mi segundo libro de ufología, pude comprobar la
gran cantidad de proyectos, foros, congresos y todo lo que guarda relación con
ovnis, en los que ha estado detrás la mano (y los recursos) de Bigelow. Ajeno a
que tenga gran incidencia en proyectos tecnológicos espaciales o militares, es
indiscutible su obsesión con los ovnis y sus posibles derivaciones.
Si
en mi caso me ganara la lotería, luego de apoyar a muchas personas e instituciones
que quiero, indudablemente podría financiar proyectos para buscar mucha más
información sobre este fenómeno y sus manifestaciones, intentado obtener
registros y poder disfrutarlos en vivo. De ahí, intentar desarrollar estudios
que permitan acercarnos a comprender lo que logramos captar. Sería un sueño
hecho realidad.
9- Hay algo que tengo que preguntarte,
como ves el mercado de los ufólogos, crees que hay mucha rivalidad en el medio,
te lo pregunto porque investigando tu persona con el fin de generar esta
entrevista, me he encontrado con programas de Youtube en donde ufólogos como
por ejemplo Erik Martínez desacreditan de forma categoría casos como el de La
Isla Friendship o el caso de Claudio Pastene, en donde tú tienes vinculación.
¿Qué opinión te merece que suceda este tipo de descredito, crees que está bien
que cada investigador pueda hacer un trabajo de presentar una hipótesis en esta
seudociencia, pero que no es la forma?
A
pesar de que mis principios son absolutamente de libre mercado, no me gusta la
palabra mercado para la ufología, ya que por lo general se utiliza de forma
negativa en este tema. Un ejemplo son los eventos, donde se debe costear los
pasajes o estadía de algún conferencista para las exposiciones. Si todos
fuéramos Bigelow, serían muy diferentes las cosas.
El
punto, es que esos gastos deben pagarse y no quedan otras alternativas como la
de cobrar una entrada o las suscripciones. Entonces, cuando una agrupación de
cualquier parte del mundo realiza un evento, el esfuerzo, la dedicación, las
coordinaciones, etc., son un trabajo muy grande, y eso no se comenta cuando
algunos iluminados señalan que ufólogos o grupos lucran con los ovnis que
además “son de todos”. Lo mismo sucede con los libros, ya que un escritor, si
no está patrocinado por una gran editorial, los costos de producción de los textos
salen de su bolsillo. Si logra recupera la inversión, el tipo queda feliz. Si
obtiene algo de utilidad, es un maestro. Por ello, siempre digo, la ignorancia
y la estupidez humana no tienen límites.
En
relación con tu pregunta sobre desafortunados comentarios, descréditos, o
simplemente alaridos demenciales de odio y envidia, puedo repetir otra frase
que, para estos casos, es muy práctica y adecuada: “las águilas no cazan
moscas”.
10- Sabemos que el Sábado 13 de Mayo 2023,
estarás en un conversatorio sobre “Ovnis en la Colonia y Conquista de Chile”
¿Qué podemos esperar de este conversatorio y a quien va apuntado, a pares,
publico general, historiadores, nuevas generaciones que tengan la necesidad de
aprender de la historia del fenómeno?
Lo
del 13 de mayo es un evento histórico y que afortunadamente se dará en el Museo
Histórico y Militar de Chile, ya que hablar de ovnis en un espacio dedicado a
la cultura es una gran oportunidad, y más aún si la temática sugiere la
revisión de casos previo a 1947 en nuestro territorio.
Por
el nivel de los expositores: Sergio Sánchez, Juan Guillermo Prado y Rodrigo
Fuenzalida, no tengo dudas que será un evento muy interesante, el que además se
complementará con la presentación del libro “Ovnis desde Chile” y un par de
sorpresa que me reservaré para incentivar a que las personas vayan el 13 de
mayo 2023 a partir de las 10:00 am.
11- ¿A tu juicio cuáles crees que son los
ufólogos que están haciendo aportes interesantes e innovadores en Chile, a
quien recomendarías?
Pienso
que todos los que están hoy hablando del tema, discutiéndolo sanamente y con
prudencia, investigándolo y haciendo extensivos sus análisis para el resto de
los interesados, son personas que aportan. Desde cualquier trinchera que desee
mostrar lo que ha logrado recopilar, sus lecturas, sus fotos de elementos
extraños, etc., son recibidos por una comunidad siempre interesada en este tipo
de fenómenos y ahí mismo, las personas discriminan la información si es útil,
llena sus expectativas o prosiguen en la búsqueda de otras respuestas.
Hoy
existen muchos grupos jóvenes, como “Contactados” de Melipilla, por ejemplo,
los cuales de manera silente hacen sus investigaciones y denotan una dedicación
y cariño por lo que están realizando. Les destaco el esfuerzo de viajar y salir
a efectuar esas investigaciones de campo que señalaba más arriba. Así mismo,
destaco el grupo UFO PUQ “Eugenio Bahamonde” de Punta Arenas, el cual también
hacen una interesante labor de recopilación de casos y de investigación de
campo.
También
es bueno, siempre, tener presente a los que comenzaron con esto, la llamada
vieja escuela que aún está vigente y que de alguna manera sigue haciendo sus
aportes, por ejemplo, don Pablo Petrowitsch, don Raúl Núñez, don Aquiles
Castillo en Santiago, don Raúl Gajardo Leopold en el sur y don Mario Pizarro en
el norte de Chile. Cada uno con su propio estilo, formato o metodología para
investigar el mismo y desconocido fenómeno que nos convoca. Este similar
reconocimiento es el que debemos tener a los que ya partieron, y que hicieron
mucho por este tema y sus compañeros de ruta: Luis Altamirano, Jorge Moder,
Jorge Anfruns, Luis Riquelme, Roberto Arancibia, Elizabeth Ramírez o Claudia
Cabezas, por nombrar los que hoy me recuerdo.
12- ¿Qué libro estás leyendo y a tu juicio
cuáles crees que son los libros imperdibles, que cualquier adicto a este tema
debería de leer y tener en su biblioteca?
Ahora
estoy leyendo Mito y Realidad de Mircea Eliade. Fíjate que no guarda mucha
relación con los fenómenos anómalos físicos que estudiamos, pero si revisa el
fenómeno sociológico de la trascendencia, basado en la secularización y
desacralización de nuestra cultura occidental. La pregunta es cómo se
reconfigura el fenómeno anómalo, habiendo sido por siete décadas una de las
tantas formas con la que los humanos, interpretamos la necesidad de comprobar
la existencia de algo externo, superior o trascendente. Acá el lenguaje es
fundamental, porque no podemos olvidar que los platos voladores que aparecieron
en 1947, en 1952 se les designó como ovnis para desmarcarlos de la carga
extraterrestre añadida en 1950 y, conservaron esa nominación hasta el 2000, que
se les denomina UAP. Esas representaciones, con el cambio de terminología y
vocabulario, refleja que, desde el inicio de la era moderna, la cuestión ovni
fue adquirido una carga simbólica y reveladora por parte de una sociedad
secularizada. Tenemos bastante tema pendiente por ese lado, ya que hoy y
producto de la globalización (fenómeno tecnológico), el fondo del tema ya no
pasa por las aduanas de los sistemas de creencias, sino más bien por la
necesidad conocimiento y la ansiedad que provoca el no saber qué sucede fuera
de nuestra atmosfera.
Por
otro lado, libros que son indispensables, para mí, los de Vallée, comenzado por
“Pasaporte a Magonia”, pero también me gustaron mucho “El Colegio Invisible” y
“Dimensiones”. Los libros de Sergio Sánchez Rodríguez, “Erase una vez en
Ovnilandia” (está escribiendo el Tomo V), “Los Ovnis de la Antártica” de Rubén
Gurú Morales, también me gustó mucho “Alienígenas Chilenos” de Francisco Ortega
y hoy, recomiendo un texto nuevo: El Gran Otro de Freddy Alexis, el primer
libro de paraufología en Chile.
13- Cuéntanos sobre tu experiencia personal
escribiendo, particularmente sobre tu libro “Los extraterrestres han muerto”,
el proceso general, cuanto te tomo desde que nació la idea, el proceso de
verificación de información y algo no menor, el tiempo dedicado versus el
tiempo que uno muchas veces les quita a los seres queridos, hablemos de la
familia. ¿Cómo logras compensar todo esto, además pensando en una profesional
de seguro muy exigente?
Los
Extraterrestres han Muerto, se demoró seis años en su proceso de recopilación
de material y de publicación. La compilación de la información se originó de
manera fortuita a partir de las Conferencias Ufológicas de Maipú, a las que fui
invitado entre los años 2012 y 2016. Así, el 2017 comencé la síntesis y con
posterioridad, a través de la Editorial Digital, se trabajó la edición que
permitió publicarlo en el año 2018, (En su 1º edición, hoy está en circulación
la 3º).
El
libro, es un trabajo literario que se
divide en dos partes o tomos, con el propósito de hacer un completo análisis de
la Hipótesis Extraterrestre dentro del estudio del fenómeno ovni.
En
el actual tomo I, se exhiben las efemérides que permitieron el nacimiento y
desarrollo de un tema que hoy se encuentra en proceso de expiración, pero que
sobrevive en agonía debido a la persistente labor de ciertos divulgadores,
ufólogos, contactados y abducidos, quienes sostienen de manera forzosa la
leyenda contemporánea de que somos visitados por seres extraterrestres
inteligentes en naves espaciales, hipótesis fundamentada exclusivamente en
creencias, historias y sobre todo crónicas que no invisten fundamento alguno. Acá
se analiza el nacimiento del mito ovni-et, el contactismo y las abducciones.
De
manera muy predecible, y luego de la publicación del libro, recibí todo tipo de
comentarios, pero no dejó de sorprenderme que parte de la comunidad ufológica
no absorbió de la mejor forma un título como este. Ahora bien, está muy claro
que el nombre es una metáfora, por lo que aspiro a que debe entenderse en el
contexto y la manera como se bosqueja la creación de la Hipótesis
Extraterrestre y el posterior desarrollo de una leyenda contemporánea, que a
partir de 1950 fusiona los fenómenos anómalos con quiméricos seres inteligentes
de otros mundos.
Para
ser sincero, este libro no está hecho para los ufólogos, al contrario, está
dirigido a quienes se interesan en conocer sobre esta temática desde sus
orígenes, abarcando la mayoría de los temas que subyacen desde una perspectiva
muy coloquial, planteando las refutaciones a los sistemas de creencias que se
han tomado un fenómeno genuino y que hoy es irrefutable.
El
escribir, tal como muchas actividades de la vida, es algo que si una persona lo
disfruta, lo puede hacer de manera constante. En mi caso, como piloto militar,
me tocó en varias ocasiones volar a un determinado lugar y esperar, en el
aeródromo o en otro lado, el vuelo de regreso el mismo día. En esos espacios de
tiempo, podía complementarlos con lectura o la escritura, la que luego se va
desarrollando como una constante. Hoy tengo 4 libros publicados, tres de
ufología y uno de historia militar aeronáutica, estamos próximos a sacar el
quinto y para final del 2023 un sexto. Afortunadamente mi familia es de lectores,
por lo que podemos disfrutar en conjunto la misma actividad y sin mayores
inconvenientes, ya que, a pesar de todo, mis prioridades las tengo muy claras y
existe un nido que requiere la máxima atención, cuidado y cariño, sin dejar de
hacer el resto de mis obligaciones, actividades autoimpuestas o pasiones. Ahí
está mi clave.
La
literatura es una suerte de llama que, al encenderse en el espíritu de una
persona, cada día requiere más combustible. Esos son los libros, tanto para
leerlos como para escribirlos.
14- ¿Crees que el caso del Nimitz abrió la
puerta a una nueva era del fenómeno Ovni o UAP, que desde ese minuto hay un
antes y un después, y si para ti, no fue ese episodio, cual sería, o aún no
llegamos a ese punto de inflexión? ¿Y a tu juicio crees que Luis Elizondo es
sincero en el rol que llevó adelante y en argumentar que el fenómeno representa
una amenaza?
Para
mí, la antorcha la encendió los dos reportajes del New York Times, uno en 2017
y el otro el 2019, los que dejaron al descubierto una organización secreta que
operó en el Pentágono entre los años 2005 y 2012 llamada AATIP, Advanced
Aviation Threat Identification Program (Programa de Identificación Avanzada de
Amenazas Aéreas), lo que obligó a que los miembros del Congreso de Estados Unidos
solicitaran un documento oficial a las autoridades militares norteamericanas,
informe que se publicó el 25 de junio del 2021. Eso, exclusivamente por el
espectáculo mediático que se hicieron eco, donde una organización privada en la
que trabajaba Luis Elizondo, se imputaba el mérito de la desclasificación de
los tres videos comentados por el New York Times. El hecho que el 2019 el
propio Pentágono comunicara al público que Elizondo trabajaba en inteligencia
de defensa, pero no el AATIP, lo desacreditó de todo lo que pudiese hablar del
fenómeno desde una vereda “oficial”. En efecto, desde el informe del 21 de
junio del 2021, todo lo que concierne a desclasificaciones, informes u otros
comunicados de UAP, Elizondo ya no aparece o ni siquiera es nombrado. Como
diría programa de televisión: “Caso Cerrado”.
Ahora
bien, el 2022 fue un año de ajustes con una serie de disposiciones, dentro de
las cuales se crea la AARO, All-domain Anomaly Resolution Office (Oficina de
Resolución de Anomalías de Todos los Dominios), donde los UAP del 2021, se les
designa como fenómenos anómalos transmedia, es decir, objetos o dispositivos
que pueden ser observados y/o registrados en la transición entre el espacio y
la atmósfera, o entre la atmósfera y las masas de agua, y que no son
identificables inmediatamente.
Por
otra parte, la AARO deberá evaluar los vínculos entre fenómenos anómalos no
identificados y gobiernos extranjeros adversarios y actores no estatales. Acá,
la intensión es muy clara sobre los intereses de estudio de estas anomalías
aéreas, considerando la tecnología foránea a Estados Unidos.
Toda
esta sucesión de eventos, desde el 2017, obedece la adaptación de la temática,
según los intereses norteamericanos, insistiendo en que las super potencias no
tienen amigo o aliados, lo que tienen son únicamente intereses.
Si
existe un elemento que me llama profundamente la atención, es la indiferencia o
incluso la ignorancia con que se ha tomado esta cuestión por parte de un número
no menor de integrantes de la comunidad ufológica en general, incluso con
algunos ufólogos que anhelaban volver a los platos voladores con ventanas,
tornillos y tuercas. Creo que la era UAP traerá, sino lo estamos ya viviendo,
un cisma, en los que verdaderamente estamos interesados en llegar al fondo del
fenómeno, o los que se quedaron con las hipotéticas y añejas explicaciones.
15- Han quedado muchas preguntas en el
tintero que ya vendrán en una segunda temporada de entrevistas, pero no puedo
dejar de hacer esta pregunta para ir finalizando: ¿Crees que el fenómeno ha
mutado desde la hipótesis inicial de naves que vienen de otro planeta a un
fenómeno que se acerca cada vez más a fenómenos que vienen de una realidad
paralela, una dimensión a la cual no podemos acceder cotidianamente y que se dejan
ver en puntos energéticos (o zonas calientes) y a personas a la cuales ellos
quieren mostrarse o personas con una sensibilidad o una conciencia llamémosla
distinta o elevada que logran captarlos?
No
podría contestar esta pregunta porque no tengo la respuesta, ya que según lo
que he visto, leído, escuchado e investigado, es muy dificultoso determinar un
origen puntual de los ovnis, hoy UAP, ya que sus manifestaciones son
extremadamente complejas en todos los sentidos.
Lo
único irrefutable, es que existe uno o varios fenómenos que poseen una realidad
física y han sido registrados, en algunos casos, sin poder establecer su causa.
Esas manifestaciones no comienzan en 1947, sino que están inscritas en diversos
episodios de nuestra Historia como civilización. Si bien, y al igual que hoy,
en el pasado muchas observaciones pudieron ser mal interpretaciones de
fenómenos meteorológicos, astronómicos u otros, existe un porcentaje que en el
presente se establece de manera oficial en el 3%. Esas anomalías aéreas que no
tienen una explicación son los desafíos que debe asumir la ciencia y para ello
requiere de un estudio multidisciplinario, donde la ufología debería tender a
desaparecer como la conocemos.
Muchas gracias por la entrevista.
Links de interés:
Rodrigo Bravo
El Legado del Nibelungo
Ufología aeronáutica
Los Extraterrestres han MuertoI